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El excepcional nivel de lujo, glamur e innovación que The Savoy ha aportado a la industria hotelera británica desde su inauguración en 1889 ha logrado atraer a la más alta aristocracia y a los personajes más famosos de la sociedad londinense de la época para el disfrute de sus instalaciones. Sin duda, el más destacado sería Eduardo, príncipe de Gales y futuro Eduardo VII del Reino Unido, aunque, por entonces, en calidad de precursor incuestionable en moda y tendencias. El príncipe era un comensal asiduo en The Savoy en compañía de sus amigos, amigas y, en ocasiones, incluso su esposa. En 1895, el príncipe y la princesa de Gales fueron invitados al Savoy para asistir al banquete nupcial de la hija de Felipe de Orleans, el Regente francés, y S.A.R. el príncipe de Saboya-Aosta.
El siglo XX
A partir de esta relación temprana con los futuros reyes, The Savoy ha seguido siendo un destino popular para la casa real, por separado o en grupo. Durante todos estos años, The Savoy ha visto atravesar su umbral a todos los miembros de la familia real británica, que han disfrutado del hotel tanto en apariciones públicas como a título personal: en la entrega de premios oficiada por la reina María de Teck en la década de 1910; la Reina Madre visitando el restaurante para almorzar en la década de los 90; las jóvenes princesas Isabel y Margarita disfrutando de una cena con baile en los años 40; o Lady Di como la reina del baile centenario del Savoy en 1989. En 1946, la casa real al completo se reunió oficialmente por primera vez tras la Segunda Guerra Mundial para celebrar las segundas nupcias de una viuda de guerra con un familiar lejano de la reina en una ceremonia íntima y privada. El banquete se celebró en The Savoy, donde un fotógrafo consiguió una instantánea de la primera dama de honor, la princesa Isabel, con un apuesto joven de uniforme. Se trataba del príncipe Felipe de Grecia y, de hecho, la pareja ya estaba comprometida. No obstante, esta fotografía tomada en The Savoy fue la primera vez que la relación captó la atención pública. Más adelante, la feliz pareja celebraría alguna que otra cena aniversario íntima en uno de los comedores privados del Savoy.
Fin de siglo
La estrecha relación entre la familia real y el hotel ha ido evolucionando a lo largo de los años, una muestra de cómo las divisiones sociales se han ido suavizando generalmente con el paso del tiempo. No solo los hermanos o los hijos de Eduardo VII se ganaban la vida trabajando, sino que el hijo de la princesa Margarita, eI conde de Snowdow (anteriormente, vizconde de Linley), diseñó y creó el mobiliario para una de las restauraciones del vestíbulo principal en 1996. De hecho, la misma princesa Margarita, que en su día fue una figura familiar en las fiestas del Savoy con sus vestidos de alta costura, regresó al hotel para la inauguración del vestíbulo principal, además de para apoyar el próspero negocio mobiliario de su hijo. Incluso la Reina Madre se adaptó a los tiempos y cortó la cinta en la inauguración oficial de las cocinas del restaurante, reinstaladas y renovadas en los años 80; dada su particular predilección por el restaurante principal del Savoy, quizá podríamos decir que, más que como realeza, actuó en su capacidad de comensal asidua.
El siglo XXI
The Savoy cerró sus puertas para someterse a una restauración de gran envergadura en diciembre de 2007 y abrió nuevamente en octubre de 2010. La inauguración oficial unas semanas más tarde fue oficiada por el actual príncipe de Gales, S.A.R. el príncipe Carlos, en presencia del propietario del hotel, S.A.R. el príncipe Al-Waleed bin Talal bin Abdulaziz al Saud. Más adelante, en 2017, se presentó en el Upper Thames Foyer del Savoy un gran retrato de su majestad la reina, obra de Henry Ward, una pieza comisionada por la Cruz Roja Británica para conmemorar su labor como madrina durante seis décadas. Desde sus años adolescentes, cuando la princesa salía a divertirse como cualquier otra chica de su edad, hasta convertirse en la matriarca a la cabeza de la familia real, la reina ocupa un lugar esencial en The Savoy, un lugar al que pertenece.